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Sinfonía sobre ruedas en 3 movimientos

  • osegueraoso
  • Feb 2, 2024
  • 4 min read

Un ciclista de Salt Lake City no tuvo un sueño sino varios: tener una bici-piano, ir a tocar al mercado de su ciudad y luego recorrer Europa pedaleando y tocando su bicicleta piano, así como lo lees.


“Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de que lo importante son los detalles. Hace unos 8 años pensé en cruzar países pedaleando un piano. Con todos los detalles, ha sido difícil hacerlo realidad, pero confío en mi concentración y atención al entrar en 2023 con este gran objetivo…”.


Quien escribe esto podría bien ser descrito como músico, ciclista y soñador. Su nombre es Eric Rich, el hombre que está detrás del proyecto Pedaled Piano (piano a pedales). Eric se define a sí mismo como un imaginador compulsivo, y le queda bien, pues su creatividad se ha traducido en un interés de más de una década por combinar su afición al piano con sus bicicletas. Eric es un pianista autodidacta que vive en Salt Lake City, Utah, donde trabaja como carpintero.


Eric es un pianista autodidacta que vive en Salt Lake City, Utah, donde trabaja como carpintero y artista plástico. Cuando decidió empezar a tocar en el mercado local en 2010, no tuvo la suerte de poder colgarse una guitarra a la espalda y pedalear por la calle. Un piano es un poco más problemático. Fue así que surgió el proyecto del piano de pedales.


“Por convicción no tengo coche, y como el mercado está a tres kilómetros de distancia, tuve que pensar cómo iba a transportar mi piano hasta allá", dice Eric. "Conseguí un piano gratis en Craigslist, me ofrecieron los amigos del colectivo local de ciclistas una bicicleta de cambios increíblemente buena y dejé ambos en el taller de mi hermano soldador, él fabricó un remolque a la medida, construido del piano”, describe Eric el primer piano en 3 ruedas.




La evolución del sueño

No fue fácil, pero Eric dice que valió la pena. “Las sonrisas y la emoción durante el transporte y la alegría que sintió la gente al escuchar música de piano en lugares inesperados consolidaron el proyecto en mi corazón”, afirma.


Años más tarde, Eric recurrió a Kickstarter y recaudó fondos suficientes para construir una versión aún mejor y reimaginada del piano a pedales, esta vez como una bicicleta alta.


Desde entonces, la piano tall bike ha sido el vehículo elegido por el entusiasta soñados para sus aventuras callejeras. Pero como es un imaginativo compulsivo, Eric quería más. Y es que tocar el piano bajo los árboles de un parque despertó un nuevo sueño.


“Mientras mis dedos se movían por el teclado y el suave aire de la montaña soplaba sobre mi espalda sudorosa y sin camiseta, me invadió la idea de tocar el piano, no solo a nivel local, como siempre había hecho, sino recorriendo largas distancias campo a través”, cuenta. “Durante todo el trayecto por el cañón me invadió el sueño de componer en la naturaleza y actuar en callejones aleatorios del centro de la ciudad, moviéndome a mí y a mi piano a través de las fronteras”.


Sí, Eric quiere cruzar Europa pedaleando con su piano.




El siguiente sueño

En 2019, Eric voló al viejo continente para asegurar las dos piezas más importantes de su nuevo proyecto: el piano y la bicicleta.


Después de pasar un mes en el taller de pianos de David Klavins, en Vác, pequeña ciudad a las afueras de Budapest, y de reunirse con Mario Eibl, CEO de Gleam Bikes, en su sede en Viena, las cosas se pusieron en marcha y Eric estaba bien encaminado para construir la primera pianobike campo traviesa y de propulsión humana.


Por supuesto, el mundo se tomó un respiro muy serio (con tosidos y cubrebocas) justo en ese momento, y la gira europea de la pianobike quedó en suspenso. Eric aprovechó para hacerle retoques al diseño de la bici-piano.






Sin dejar de pedalear

“En cuanto volví de ese viaje en invierno, reservé un vuelo para el 17 de marzo de 2020 para acoplar el piano y la bicicleta y empaquetarlo para enviarlo al punto de partida de mi viaje en Noruega. Ese era el plan”, explica Rich. “Tomé la difícil decisión de no ir justo dos días antes de mi vuelo a París. Al día siguiente de mi decisión, Francia impuso un bloqueo y prohibió viajar”.


El camino para hacer realidad este ambicioso proyecto del piano a pedales ha estado plagado de desafíos. Desde cierres de fábricas hasta quiebras, Eric se encontró navegando por una compleja red de contratiempos. Sin desanimarse, unió sus fuerzas a las de Guillaume, un hábil artesano, y Kyle, ingeniero de materiales compuestos. Sin embargo, las limitaciones financieras y la complejidad del proyecto nuevamente pusieron a prueba su ahínco.


Mientras el proyecto se enfrentaba a incertidumbres y cambios de personal, Eric mantuvo viva su visión. El diseño evolucionó e incorporó un triciclo de carga basculante con un sidecar para el piano. Los planes de montaje en Francia tomaron forma, pero se encontraron con más obstáculos. A pesar de estos retos, Eric sigue impertérrito, buscando un equilibrio entre la visión creativa y las exigencias pragmáticas de convertir los sueños en realidad.


El proyecto del piano a pedales, con sus vueltas y revueltas, personifica la resistencia necesaria para convertir esta idea apasionada en una realidad. A medida que la sinfonía sobre ruedas sigue evolucionando, no puedes evitar sentirte cautivado por la armonía de creatividad y determinación que define este audaz empeño musical.

 
 
 

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